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Pese a ser la primera película mexicana nominada a un Oscar y uno de los episodios más brillantes de la cinematografía nacional, la cinta original de Macario aún no ha sido restaurada, por lo cual su proyección conserva algunos defectos de audio y de video, algo natural para una película que fue grabada en acetato, material que, con el tiempo, se degrada bastante, asegura en entrevista Édgar Torres, subdirector de Preservación de Acervos de la Cineteca Nacional.
“El negativo original de Macario se encuentra en las bóvedas de la Filmoteca de la UNAM y aunque se conserva en buen estado, sería pertinente una restauración para garantizar que las nuevas generaciones la vean con la mayor calidad posible”, afirma Torres.
Sin embargo, aunque no ha sido restaurada, la cinta de Roberto Gavaldón puede verse en prácticamente cualquier plataforma gracias a los procesos de digitalización que la Cineteca Nacional llevó a cabo en 2012. Con motivo del Día de Muertos, la película podrá verse gratis hoy en la página de la Filmoteca de la UNAM: www.filmoteca.unam.mx.
“Es importante recalcar que lo que la gente podrá ver no es la versión restaurada, sino la digitalización de la película”, dice Torres, quien ha estado a cargo de la restauración de decenas de filmes mexicanos que luego son proyectados en festivales o ciclos internacionales.
Para comenzar un proceso de restauración se necesitan varios factores. Primero, explica Torres, que autoricen quienes tienen los derechos, que en este caso es Fundación Televisa. Luego, que Cineteca o Filmoteca tengan el tiempo necesario para la restauración, que consiste en quitar las manchas, el polvo, la inestabilidad, el freeze y los daños que provoca el tiempo. “Todo eso nos lleva entre 28 y 30 semanas de trabajo”, detalla el experto.
“Con esta proyección gratuita en www.filmoteca.unam.mx, la UNAM rinde homenaje a quienes han fallecido a causa del Covid-19, así como a quienes han sobrevivido, pero han perdido a seres queridos en estos meses de pandemia”, dice Hugo Villa, director de la Filmoteca de la UNAM.
Protagonizada por Ignacio López Tarso y basada en la novela homónima de B. Traven, Macario posee una dualidad única: por un lado, es una película de amplio gusto popular entre los mexicanos, y por otro, es una cinta de culto, sumamente valorada en el extranjero por sus reflexiones en torno a la muerte. La fotografía estuvo a cargo de Gabriel Figueroa, quien alcanzó el punto máximo de su carrera con esta cinta, e incluso se llevó un premio en el Festival de Cannes.
“Ahora que vivimos bombardeados con miles de películas sobre Halloween, nos parece urgente que los jóvenes se acerquen a nuestra cultura de Día de Muertos desde un lenguaje audiovisual al que ya están acostumbrados. Y qué mejor que a través de Macario, una de las mejores 100 películas mexicanas de todos los tiempos”, afirma Villa.
Desde 2006, Ignacio López Tarso al lado de su hijo Juan Ignacio Aranda, presentan una versión de teatro en atril, que en este 2020, con motivo del Día de Muertos, debuta en streaming en vivo, ofreciendo hoy la segunda de dos funciones a través de la plataforma Boletopolis.
“Mi padre y yo vemos esta actuación sui generis muy divertida, esperamos que lo disfruten, el público tiene que hacer su trabajo, imaginarse la historia, nosotros con nuestra voz suplimos el movimiento y vamos sin maquillaje, debemos crear emociones y también nos ayuda la música”, dice de la lectura, en la que estarán acompañados de la actriz Gabriela Pérez Negrete y el guitarrista Guillermo González Phillip.
“En nuestro escenario imaginario, hay tres voces: la de mi padre, Gabriela y yo, así como la ejecución de la guitarra del maestro Guillermo; es la primera vez que hacemos Macario digitalmente, es algo epopéyico por la leyenda que es mi padre”.
Macario, narra la vida de un leñador que en el momento en que está cumpliendo el más grande deseo de su vida, comerse él solo un guajolote completo, recibe la inesperada visita de tres personajes poderosos, muy conocidos por toda la raza humana: el Diablo, Dios y la Muerte.
