El político mexicano, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano visitó a la gobernadora Maru Campos Galván en Palacio de Gobierno, esta mañana.
El excandidato presidencial se encuentra en la capital para la presentación de su libro “Por una democracia progresista “, que tendrá lugar a las 11:00 de la mañana en la Facultad de Derecho.
A su llegada al recinto se negó a brindar a dar declaraciones políticas y sólo refirió que recibió una invitación de la mandataria del Estado.
Cuauhtémoc Lázaro Cárdenas Solórzano (Ciudad de México, 1 de mayo de 1934) es un ingeniero civil y político izquierdista mexicano. Fue jefe de gobierno del Distrito Federal, candidato a la presidencia de la República en tres ocasiones, gobernador de Michoacán y fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Fue tres veces candidato a la Presidencia de México (en 1988, 1994, y 2000), y el primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal elegido por votación. Durante su militancia en el PRD se le describió como su líder moral, aunque el político cuestionó en diversas ocasiones ese título.6
Se le considera un político de izquierda y ha criticado las administraciones de los presidentes de México desde 1988. Su ideología política incluye el rechazo al neoliberalismo, la defensa de políticas sociales en favor de las clases bajas y sectores vulnerables, el apoyo del gobierno a la cultura y el control por parte del Estado de sectores estratégicos (especialmente el de los energéticos). Otros ideales que ha defendido son la austeridad y la honradez en la burocracia, el laicismo y la soberanía nacional.
Cárdenas, en su libro, hace mención que la revolución mexicana es proceso vivo hasta nuestros días y no letra muerta de las acciones heroicas con las grandes condiciones políticas plasmados en los libros de historia.
Cuauhtémoc Cárdenas habla en su libro de una democracia progresista que privilegie lo colectivo sobre lo individual, en la cual exista la equidad fiscal, el fortalecimiento de mecanismos electorales, un mercado regulado en función del interés público y no de las grandes transnacionales, de la multiculturalidad, de la energía como una estrategia primordial de gobierno y de un pueblo que necesariamente tiene que estar instruido a partir de un interés colectivo y no cimentada en una educación que premie la individualidad y la “meritocracia”.