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“Cuando Rick y Beth recibieron asesoramiento prenatal sobre qué esperar con un bebé tan prematuro, nuestro equipo de neonatología les dio un 0% de posibilidades de supervivencia”. El “bebé milagro” se llama Richard Hutchinson, cuando nació pesaba sólo 340 gramos y cabía en la palma de una mano. Ni siquiera los médicos tenían ninguna esperanza de que sobreviviera, pero el pasado 5 de junio el pequeño Richard cumplió un año.
Beth salía de cuentas el 13 de octubre de 2020, pero se puso de paso repentinamente casi cuatro meses antes. Richard nació con una edad gestacional de 21 semanas y dos días, 131 días antes de lo que debía. Su primer cumpleaños ha marcado otro hito: Richard ha entrado en el Libro de los Récords Guines como el bebé más prematuro del mundo que ha sobrevivido.
Con ello, supera el récord que había ostentado durante 35 años James Elgin Gill, nacido en Ottawa, Canadá, que nació con una edad gestacional de 21 semanas y 5 días el 20 de mayo de 1987.
Más recientemente había igualado a James Frieda Mangold, nacida en Fulda, Alemania, el 7 de noviembre de 2010 con el mismo tiempo de gestación.
No ha sido un año fácil en casa de los Hutchinson, menos en tiempo de pandemia, cuando su hijo prematuro tenía que estar aún más protegido. Todos los días, visitaban al pequeño Richard en el hospital, donde permanecía completamente aislado.
En diciembre, después de seis meses en la UCI de neonatos, Beth y Rick pudieron, al fin, llevar a su pequeño a casa. Eso sí, con oxígeno y una sonda para alimentarse. El “milagro” de Richard lo atribuyen los médicos a la lucha de sus padres. Y ellos animan a no tirar la toalla, por muy negro que se vea el futuro.
