En muchos establecimientos comerciales suele encontrarse con la noticia de que pagar con tarjeta de débito o crédito es más costoso debido a una comisión aplicada por usar este método.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), advierte que ningún negocio puede cobrar una comisión adicional por usar la tarjeta como método de pago.
Según el artículo 7 Bis de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), los proveedores están obligados a mostrar, de forma clara, visible y sin trucos, el precio total final, ya incluidos impuestos, comisiones, seguros y cualquier otro cargo.
Esto significa que sin importar el método de pago, al final la mercancía en cuestión no debe costar más, sino que debe mantener el precio exhibido.
De acuerdo con información de la propia Procuraduría, el incumplimiento de esta norma puede causar una sanción económica que va desde $733 hasta más de $2.3 millones de pesos.
Por lo tanto un simple “ya es política de la tienda” no es excusa, mucho menos si el contrato con su banco prohíbe explícitamente trasladar esa comisión al cliente (como sí ocurre, según Condusef).
Profeco también recalca que la propina es voluntaria y no puede aplicarse como un cargo o un impuesto en los establecimientos.
Incluirlo de forma automática viola el artículo 10 de la LFPC, que prohíbe prácticas coercitivas y condiciones abusivas.
Dejar propina es una opción para los clientes, pero esta debe ser decisión de ellos y no una obligación impuesta por los restaurantes.



