Está sucediendo: Estados Unidos contra el Mundo finalmente es un hecho y será el formato para el Juego de Estrellas de la mejor liga del mundo de básquetbol de esta temporada. La NBA y la Asociación Nacional de Jugadores revelaron el tan esperado plan la noche del martes, después de meses de intentar encontrar la mejor forma de reavivar el interés por el encuentro que se realiza en la mitad de temporada de la liga.
El partido, que en realidad será un torneo de todos contra todos, se jugará el domingo 15 de febrero, desde las 17 del Este en el Intuit Dome, el estadio de Los Ángeles Clippers, en Inglewood, California.
“Creo que va a ser emocionante para la gente verlo. Voy a jugar duro. Siempre jugué duro, pero creo que esto le dará un poco más de energía al partido… Todos los jugadores tienen ego. Nadie quiere ser avergonzado. Los chicos jugarán más duro. Estoy emocionado por este formato”, expresó Giannis Antetokounmpo, estrella de Milwaukee Bucks a principios de esta temporada, cuando se le preguntó sobre la idea de Estados Unidos contra el Mundo.
Los jugadores nacidos fuera de Estados Unidos fueron los ganadores de cada uno de los últimos siete premios MVP, cada uno de los últimos cuatro títulos de anotación de la NBA y cada uno de los últimos cinco títulos de rebotes. Shai Gilgeous-Alexander, de Canadá, fue MVP del año, MVP de las Finales de la NBA y llevó a Oklahoma City al título de la NBA la temporada pasada.
Nuevo formato
Aunque la NBA había dejado claro durante varias semanas que Estados Unidos contra el Mundo iba a suceder, e incluso se habló de ello en el fin de semana del Juego de Estrellas de la temporada pasada en San Francisco, algunos elementos del formato eran un misterio hasta este martes. Habrá tres equipos de al menos ocho jugadores. Los encuentros serán de 12 minutos de duración, al igual que un cuarto estándar de la NBA
El Equipo A jugará contra el Equipo B en el Juego 1. El ganador de ese juego jugará contra el Equipo C en el Juego 2. El perdedor del Juego 1 jugará contra el Equipo C en el Juego 3. Los equipos con los dos mejores resultados jugarán en el partido de campeonato. Si los tres equipos están 1-1, la diferencia de puntos establecerá el desempate. El resultado final, espera la NBA, son cuatro cuartos estándar, el equivalente a un juego típico.
¿Cómo se elegirán los equipos?
La elección será básicamente la misma que en los últimos años, con un cambio notable: la NBA está eliminando las designaciones de posición de internos y externos para los jugadores. Cada boleta de los fanáticos incluirá cinco jugadores de la Conferencia Este, cinco jugadores de la Conferencia Oeste. Las posiciones no importarán, tampoco las nacionalidades.
Las boletas de los fanáticos se utilizarán como parte de una fórmula para identificar a los titulares; los votos de los fanáticos tendrán un peso del 50%, con la votación de los jugadores de la NBA representando el 25%, y la votación de un panel de periodistas y locutores que cubren la liga conformarán el 25% restante. A partir de ahí, se elegirán diez “titulares”. Los cinco del Este, y los cinco del Oeste. Los 14 suplentes, siete por cada conferencia, serán seleccionados mediante votación por los entrenadores principales de la liga.
Aquí es donde surge alguna complicación. Y es que la NBA tiene aproximadamente dos tercios de jugadores estadounidenses y un tercio de jugadores internacionales. Por lo tanto, el plan es tener dos equipos de ocho locales (o 16 en total) y un conjunto de ocho foráneos. Pero no hay garantía de que exactamente 16 estadounidenses y ocho internacionales surjan de la votación.
Y es muy posible que los jugadores locales terminen jugando para el equipo internacional si tienen vínculos con otros países. Si la votación no da como resultado las cifras requeridas, Silver añadirá jugadores hasta que se alcance el mínimo. En esos casos, algunos equipos tendrán más de ocho jugadores en sus plantillas.
¿Cómo se dividirán los jugadores de Estados Unidos?
Esto no está claro. La NBA dice que el “proceso para asignar jugadores a los dos equipos de Estados Unidos se determinará en una fecha posterior”. Lo mismo ocurre con la selección de los entrenadores (ya que parece que se necesitarán tres coaches en lugar de los dos habituales) y cómo funcionará el fondo de premios para los jugadores.
La NBA ha querido un All Star Game más competitivo durante años. Intentó tener capitanes como Antetokounmpo, LeBron James, Stephen Curry y Kevin Durant eligiendo sus propios jugadores. Buscó tener una “puntuación objetivo” para finalizar, lo que hizo que el juego de 2020, en Chicago, fuera uno de los más memorables en años, mientras la liga celebraba la vida de Kobe Bryant. Pero el juego de 2024 en Indianápolis, con un resultado final de 211-186, fue la gota que colmó el vaso en muchos aspectos. La liga intentó un mini-torneo la temporada pasada, con los ganadores del juego de Rising Stars entre novatos y jugadores de segundo año de la NBA uniéndose a tres equipos de verdaderas estrellas, y ese formato terminó siendo en gran medida criticado.
Vince Carter, uno de los grandes dunkers del juego, utilizó su plataforma en NBC la noche del martes para instar a más jugadores a participar en el concurso de volcadas, que Mac McClung ganó en las últimas tres temporadas. McClung dijo antes del concurso del año pasado que no planeaba participar nuevamente en 2026. Carter, en su papel de analista de la cadena NBC, dijo que le gustaría ver a Anthony Edwards, de Minnesota; Ja Morant, de Memphis; Zion Williamson, de Nueva Orleans; Shaedon Sharpe, de Portland; Matas Buzelis, de Chicago; Stephon Castle, de San Antonio; VJ Edgecombe, de Filadelfia, y Johnny Furphy, de Indiana para esta temporada. “Estamos buscando el factor sorpresa. Queremos chicos que puedan sorprendernos”, señaló Carter.



