
xr:d:DAFR6tTUpdw:203,j:1428049419355348891,t:23110609
Tenían días de nacidos cuando se enfrentaron al sistema público de salud mexicano. La propagación de una infección por la bacteria Klebsiella pneumonae, que infecta la sangre y es potencialmente mortal, afectó a 84 bebés recién nacidos en el área de cuneros del Hospital Regional 1 de Culiacán, Sinaloa, en 2015. 14 de ellos murieron.
En este hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) había falta de limpieza de áreas, ropa de cama y pacientes, según determinó la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). También encontró malas prácticas de higiene del personal, deficiente limpieza de insumos para la salud, así como imperfecciones en la preparación de alimentos y soluciones de uso médico, quedó asentado en la recomendación 061/2018 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Han pasado casi 10 años desde aquel caso y, en el transcurso, las infecciones hospitalarias incrementaron sus riesgos. Un análisis de los registros de la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica (RHOVE) de la última década, realizado para este reportaje, muestra que a partir de 2020 creció el peligro de muerte tras adquirir una infección hospitalaria como consecuencia del cuidado médico.
Entre 2015 y 2019, de cada 100 personas que se contagiaban en un hospital, 14 perdían la vida. Pero a partir de la pandemia por Covid-19 y hasta el 2024, el promedio se elevó a casi 20 defunciones asociadas directa o indirectamente con estas infecciones. Estos datos fueron obtenidos tras analizar la cantidad de egresos registrados como “defunción”, de las bases de datos de la RHOVE, otorgadas vía transparencia por la Secretaría de Salud (SSa).
Los datos que arrojó el análisis superarían la media global del 10% de pacientes que padecen efectos adversos, como discapacidades o la muerte, como consecuencia de una atención sanitaria insegura, según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe mundial sobre prevención y control de infecciones (2024).
Las causas, coinciden especialistas en epidemiología e infecciones, están vinculadas al abandono histórico del sistema de salud, a la reducción del presupuesto que lo ha precarizado aún más en los últimos años, y la pandemia que estresó las ya sobrecargadas unidades médicas del país.
“Es algo que viene arrastrando México desde hace décadas. No sorprende que haya subido la mortalidad por la pandemia, sabemos que los hospitales no se encuentran en las mejores condiciones. Hay precariedad y falta de insumos, eso puede explicar las cosas”, señala el Dr. Alejandro Macías, especialista en medicina interna e infecciones, reconocido por haber sido el zar de la influenza en 2009.
La RHOVE es un sistema de vigilancia centinela nacional que opera desde 1997. Esta red está compuesta por hospitales de segundo y tercer nivel que cuentan con Unidades de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria (UVEH), personal capacitado y que tienen la voluntad de informar la situación en sus centros. Son los miembros de la Red quienes llenan formularios unificados con los detalles de las infecciones que los pacientes adquieren dentro de las unidades médicas para darle a los registros un uso clínico, epidemiológico y estadístico a nivel nacional. Sin embargo, no todos los hospitales del país informan sobre sus infecciones hospitalarias y los que lo hacen pueden tener deficiencias en la sistematización de los casos.
Durante la última década, los informes sobre las Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS) provienen de alrededor de 350 hospitales repartidos en todo el territorio nacional, es una ventana a lo que ocurre dentro del sistema de salud, pero no permite conocer la totalidad de las afectaciones provocadas por estos contagios. “Hay una caja negra de lo que está pasando en México”, advierte el Dr. Alejandro Macías.
El Dr. Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) de la UNAM, asegura que una de cada cinco personas hospitalizadas en México se infecta durante su cuidado médico. El investigador especializado en epidemiología hospitalaria y calidad de la atención médica, asegura que “hay un altísimo número de muertes que no registran su causa como infección asociada a la atención a la salud pero si las incluyéramos, estas infecciones estarían entre las primeras causa de muerte del país”. Tras más de tres décadas estudiando el impacto de estas infecciones, sus investigaciones arrojan que cada año mueren, al menos, 60 mil personas por estas infecciones.