Ante la indiferencia de Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) por detener la alarmante contaminación ambiental con “Clinker” en la capital del estado, la diputada de morena María Antonieta Pérez Reyes aseguró que continuará con la exigencia y buscará por todos los medios que dicha empresa arregle los hornos, saquen los permisos y dejen de contaminar como lo han estado haciendo en los últimos 6 años.
Durante este sábado 14 de diciembre la legisladora junto con integrantes de los colectivos Alianza por la Salud y el Aire de Chihuahua, A.C., y Salvemos Los Cerros de Chihuahua, realizaron una manifestación a las afueras de la empresa en donde entregaron un documento dirigido a Enrique Escalante Ochoa director general de GCC, que contiene sus peticiones así como estudios que revelan el nivel de contaminación del material denominado “Clinker”.
Destacó que en dichos estudios por medios de un difractograma se observó que la muestra analizada está constituida con un 49 por ciento de Silicato de calcio, 20 de contenido de Calcita, un 10 por ciento de contenido de Grafito y Cristobalita así como Indicios de un 5 por ciento de Sanidino, y 3 por ciento de Larnita y Lizardita.
“Con el puro 49 por ciento del Silicato de Calcio tenemos para determinar que esto es un factor generador de cáncer en las personas que los aspiran permanentemente (…) No es menor lo que estamos demandando, no es menor lo que está haciendo Cementos de Chihuahua ignorando este problema de contaminación”, enfatizó la congresista.
Otro punto que recordó Pérez Reyes fue el hecho de que hace algunos meses PROFEPA había clausurado 8 equipos y hornos que no contaban con permisos de SEMARNAT, sin embargo, en un acto de indiferencia y apatía en contra de los afectados la empresa GCC optó por ampararse para reabrir operaciones antes que eliminar la contaminación que a diario está impactando en el medio ambiente y en la salud de cientos de chihuahuenses.
Bajo este escenario, la legisladora de morena añadió que es impostergable que se establezca una mesa de trabajo conjunta entre las autoridades locales, federales y sociedad civil, así como representantes de GCC para poder definir la remediación ambiental y contaminación con “Clinker’, aunado a la posible sobreexplotación de la sierra Nombre de Dios.