Con la victoria de los Philadelphia Eagles por pizarra de 29-18 ante los Washington Commanders, los emplumados han dictado sentencia sobre el destino de los Dallas Cowboys, que llegarán a las tres décadas de sequía sin ganar un Super Bowl.
Los Dallas Cowboys sembraron más dudas que certidumbres en la temporada y prueba de ello fue el canje con los Green Bay Packers por los servicios de Micah Parsons, quien se había convertido en el hombre de hierro de la defensa de la escuadra de Arlington.
En la presente temporada, los Cowboys marchan con una marca de 6 victorias, siete derrotas y un empate. El primer empate de Dallas en más de 50 años se presentó en el juego de la semana 4, cuando se igualó a 40 puntos ante Green Bay.
Los malos resultados en juegos clave fueron uno de los varios clavos en el ataúd de los Cowboys, cuya afición ya demuestra un hartazgo y han emitido veredicto en contra del gran culpable de los fracasos de The Boys, el dueño del equipo Jerry Jones.



