A partir de enero del próximo año, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pondrá en marcha un operativo de depuración en el estado de Chihuahua, donde se estima la existencia de cerca de siete mil pozos agrícolas que carecen de título. Muchos de estos pozos únicamente cuentan con una solicitud presentada ante la autoridad, sin evidencia de perforación o han dejado de estar en uso, lo que ha generado una acumulación histórica de trámites y rezagos en la regulación de recursos hídricos.
Para llevar a cabo esta labor, Conagua asignará un equipo de 50 inspectores encargados de revisar individualmente cada concesión de agua en la entidad. Se prevé que varios pozos sean dados de baja del registro por diversas razones, entre ellas la falta de documentación o pruebas de uso. En años anteriores, las zonas de libre alumbramiento permitían a los productores reportar perforaciones solo con fotografías, lo que incentivó la presentación masiva de solicitudes, especialmente antes de cambios en los requisitos en 2016.
La regularización de pozos que operan sin trámites formales y han funcionado durante largo tiempo podría requerir esquemas especiales, tales como la aplicación de sanciones o pagos compensatorios, además de la imposición de límites de extracción. Chihuahua destaca a nivel nacional por su considerable rezago en la regulación de pozos con constancia, denominados de Inciso 8, lo que ha motivado a la Conagua a iniciar su programa de regularización en esta entidad para asegurar un manejo más eficiente y equitativo de los recursos hídricos.



