La diputada de morena, María Antonieta Pérez Reyes, advirtió que es inaplazable que el Congreso del Estado apruebe la iniciativa que obliga a todo el Poder Judicial del Estado- y no solo a las fiscalías- a capacitarse de manera permanente en perspectiva de infancia.
La legisladora subrayó que esta necesidad se vuelve crítica ante los juicios por la probable violación sexual de niñas y niños en guarderías de techo comunitario, en particular en la Guardería “Gussy”. Recordó que fue hasta la cuarta audiencia cuando el juez a cargo identificó indicios de posible culpabilidad en la persona responsable del cuidado de los menores.
“Que un juez haya encontrado elementos que en otras tres audiencias previas fueron omisas, quiere decir que no se ha comprendido el lenguaje y las formas de expresión de los infantes posiblemente violentados”, enfatizó Pérez Reyes.
Afirmó que esta situación evidencia que el sistema de justicia está fallando gravemente en la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Que el juez haya encontrado elementos que otros no vieron, dijo, revela que las audiencias anteriores fueron omisas en comprender el lenguaje y las formas de expresión de la infancia.
“Esto nos muestra, con preocupación, que existen criterios totalmente dispares entre juzgadores al momento de interpretar lo que expresan los niños”, señaló.
Por ello, la diputada insistió en que el Congreso debe aprobar de inmediato la iniciativa que se encuentra en la Comisión de Juventud y Niñez, la cual plantea capacitar dos veces al año a todos los integrantes del Poder Judicial y de las fiscalías en perspectiva de infancia.
“Este caso deja claro cómo, durante tres audiencias consecutivas, no se vislumbró siquiera la posibilidad de imputar responsabilidades a la persona hoy procesada”, recalcó.
Finalmente, Pérez Reyes advirtió que es intolerable que jueces sin preparación para entender a la niñez, especialmente en delitos de extrema gravedad como la violencia sexual, permitan que posibles agresores queden libres simplemente porque no comprenden a niñas y niños o porque insisten en escucharlos como si fueran adultos.



