La región de Afar, en el norte de Etiopía, vivió una mañana de terror luego de que el volcán Hayli Gubbi entrara en erupción por primera vez en 12.000 años, sorprendiendo a los habitantes y enviando una masiva columna de ceniza hacia el Mar Rojo, Yemen, Omán, India y Pakistán.
El fenómeno, considerado histórico por expertos del Instituto Smithsonian, no dejó víctimas, pero sí afectó comunidades enteras y provocó cancelaciones de vuelos en varios países.
El volcán, localizado a unos 800 kilómetros al noreste de Addis Abeba y cerca de la frontera con Eritrea, expulsó densas nubes de ceniza durante varias horas el domingo. La aldea de Afdera quedó cubierta por una gruesa capa de polvo gris.
Ahmed Abdela, residente local, relató que la explosión fue tan repentina que “parecía como si hubieran lanzado una bomba”, un testimonio que refleja el pánico que se extendió entre quienes viven cerca del Valle del Rift.
Las autoridades locales confirmaron que no hubo muertos ni heridos, aunque advirtieron daños severos para las comunidades de pastores que dependen del ganado.
Mohammed Seid, administrador de Afar, explicó que los animales enfrentan dificultades para alimentarse debido a la ceniza acumulada en los suelos, lo que podría derivar en pérdidas económicas importantes.



