El video promocional del primer informe de actividades del diputado local Alfredo Lozoya Santillán, conocido como “El Caballo Lozoya”, se grabó en la Plaza de Ángel. En las distintas tomas, Lozoya aparece montando a caballo, luciendo botas y sombrero tradicional, reforzando así su imagen política de cercanía y apego a lo tradicional.
Posteriormente, en la emblemática Plaza Hidalgo, entre pisos resbalosos y la mirada curiosa de transeúntes, Alfredo “‘El Caballo” Lozoya, conocido por sus “polémicas ocurrencias” y sus intentos por arraigar su imagen popular, se preparaba para brindar una entrevista a medios, que prometía ser memorable. El escenario: una “rueda de prensa” que pretendía resaltar su cercanía al pueblo y su “espíritu indomable”. El recurso elegido, como era de esperarse, fue literalmente un caballo, animal que en teoría simbolizaría fuerza y liderazgo, pero que terminaría siendo protagonista de un lamentable episodio que puso en tela de juicio las formas y los fondos en la política mexicana.
La entrevista inicial transcurría “normal”, mientras Lozoya intentaba posicionarse arriba del imponente animal. Sin embargo, el frisón se resbalo y “los dos caballos”, animal y político, terminaron en el suelo ante la mirada atónita de los presentes, lo que comenzó como una escena de poder se tornó en un espectáculo bochornoso cuando, en un intento por “domar” la situación y, de paso, al caballo, el político y su colaborador comenzaron a jalar y arrastrar al animal, buscando que respondiera, pero el equino, visiblemente incómodo y reacio, se resistió a la manipulación.
Más allá de la anécdota, el incidente dejó sobre la mesa una inquietante reflexión sobre la instrumentalización de los animales en campañas políticas. El hecho de que el caballo fuera arrastrado y forzado hasta la plaza frente a palacio de gobierno a actuar bajo las órdenes del político y su colaborador no solo evidenció una falta de sensibilidad y respeto hacia el bienestar animal, sino que expuso una estrategia gastada: recurrir a seres vivos como simples herramientas para captar la atención mediática.
El posible maltrato animal, al ser arrastrado y jalado el caballo para conseguir una imagen impactante, generó críticas entre activistas y ciudadanos, quienes cuestionaron la ética detrás de “la estrategia política”. ¿Es necesario arriesgar la integridad de un animal para alimentar el ego político y lograr unos segundos de viralidad? Por lo visto, la respuesta sigue siendo un incómodo sí entre algunos actores públicos.
¿Quién es Alfredo “El Caballo” Lozoya?
- Inició en la política en el año de 2016, como candidato independiente por la presidencia municipal de Parral.
- Fue presidente municipal de Hidalgo del Parral, del 2016 al 2021.
- En el 2021 fue candidato a la gubernatura de Chihuahua por Movimiento Ciudadano.
- Actualmente es integrante de la bancada de diputados federales por parte de MC.



