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El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha intensificado la verificación de los periodos de cotización de los trabajadores que buscan pensionarse bajo el régimen de la Ley 73.
El motivo: un error cada vez más frecuente entre los asegurados —la simulación laboral— está provocando la cancelación total de trámites de pensión, además de dejar a los implicados en un proceso legal por fraude.
De acuerdo con especialistas en pensiones, esta práctica no solo implica perder semanas cotizadas y dinero, sino también el riesgo de quedar registrado ante el IMSS como participante en un acto ilícito, lo que puede derivar en la negación definitiva de la pensión.
La simulación laboral ocurre cuando una persona es registrada ante el IMSS sin una relación laboral real y comprobable. En algunos casos, las altas se hacen mediante empresas inexistentes o intermediarios que ofrecen “servicios de registro” a cambio de un pago.
Estas prácticas suelen utilizarse con tres objetivos:
- Reactivar la conservación de derechos.
- Aumentar las semanas cotizadas.
- Elevar el salario promedio para acceder a una mejor pensión.
Sin embargo, el IMSS cuenta con facultades legales para investigar cada registro antes de otorgar una pensión. Si el Instituto determina que no existe evidencia laboral real —como nóminas, comprobantes de pago o reportes patronales—, anula el periodo completo y puede levantar un acta de simulación laboral.
El impacto de una simulación laboral comprobada es severo. El IMSS elimina del historial todas las semanas cotizadas en ese periodo y revoca cualquier solicitud de pensión vinculada a esos registros. Además:
- Se pierde el dinero aportado durante el periodo simulado.
- El trabajador queda registrado ante el Instituto como involucrado en un acto ilícito.
- La pensión puede ser negada o desechada de forma definitiva, incluso si el resto del expediente es correcto.
En otras palabras, un intento por “mejorar” la pensión puede terminar costando todos los derechos acumulados.
