
TV Azteca, de Grupo Salinas, enfrenta una deuda de 580 millones de dólares con acreedores en Estados Unidos.
Aunque no cierran la puerta a un acuerdo, ambas partes reconocen que la posibilidad es muy baja.
TV Azteca, propiedad de Grupo Salinas, mantiene una disputa legal con acreedores encabezados por The Bank of New York Mellon por una deuda de 580 millones de dólares.
Ambas partes reconocieron ante una corte de Nueva York que las posibilidades de conciliación son mínimas, aunque el diálogo no está completamente cerrado.
En el documento presentado por los abogados de ambas partes, los demandantes solicitaron al juez Paul G. Gardephe que el proceso avance hacia un juicio sumario antes del 5 de diciembre, con el fin de resolver el conflicto de forma rápida.
Los acreedores argumentan que TV Azteca y 39 filiales de Grupo Salinas “han intentado repetidamente impedir una resolución sobre el fondo en este caso, incluso mediante la búsqueda de litigio en México en violación de la cláusula de selección de foro del contrato de emisión”.
Además, la defensa de The Bank of New York Mellon señaló que “las perspectivas actuales de un acuerdo son bajas” y que los hechos “desmienten las repetidas declaraciones públicas de TV Azteca de que está abierta a un acuerdo”.
Pese a ello, indicaron que continúan dispuestos a “conversaciones de conciliación de buena fe, pero éstas no deberían retrasar una pronta resolución sobre el fondo”.
Los acreedores sostienen que la estrategia de Grupo Salinas busca evadir el pago de la deuda con inversionistas estadounidenses.
Por su parte, la defensa de TV Azteca afirmó que las empresas bajo el control de Grupo Salinas siguen dispuestas “a participar en conversaciones de conciliación comercialmente razonables, pero no consideran que una conciliación sea inminente”.
A su vez, acusaron a los tenedores de bonos de haber adquirido los títulos “con la intención de litigar agresivamente contra TV Azteca y participar en una adquisición hostil de la empresa”.
La televisora también solicitó suspender el proceso judicial mientras avanza un arbitraje internacional ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial.
Este arbitraje, iniciado por los mismos acreedores, se relaciona con la misma deuda que se mantiene pendiente.