
PROFEPA responde a la lucha ambiental con sanción histórica; organizaciones exigen transparencia y protección integral
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ha decretado la clausura total del fraccionamiento Endoterra, ubicado en el emblemático Cerro del Caballo en Chihuahua, tras una prolongada movilización ciudadana y denuncias públicas. Este hecho marca un precedente en la defensa ambiental local y nacional, al evidenciar la capacidad de la sociedad civil para incidir en la protección de los cerros y áreas naturales.
La clausura se da en un contexto de creciente exigencia pública, tras reportes de desobediencia empresarial, un incendio forestal de origen presuntamente intencional, y una demanda por mayor transparencia en los estudios técnicos realizados por el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN).
La resolución emitida por PROFEPA establece la clausura total de las obras y actividades relacionadas con el desarrollo inmobiliario Endoterra, propiedad de la empresa Kashinka, S.A. de C.V. Las autoridades ambientales sustentan la medida en la violación de los límites legales sobre el cambio de uso de suelo forestal, tal como lo determina la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, que prohíbe la urbanización en zonas de valor ecológico sin dictámenes técnicos y consultas públicas.
La clausura responde a la acumulación de denuncias ciudadanas y la evidencia de afectaciones ambientales irreversibles en el Cerro del Caballo.
A pesar de las medidas cautelares y requerimientos legales previos, la empresa Kashinka continuó con trabajos en el fraccionamiento Endoterra, ignorando las órdenes de suspensión giradas por las autoridades. Diversos colectivos, entre ellos Salvemos los Cerros de Chihuahua, documentaron la persistencia de maquinaria y personal en el sitio incluso después de notificarse la clausura.
La desobediencia podría derivar en sanciones administrativas y penales, de acuerdo con la legislación ambiental vigente, incluyendo la revocación de permisos y multas económicas significativas.
El pasado mes de septiembre, se registró un incendio forestal en el área colindante al fraccionamiento, el cual fue reportado por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) como de origen intencional. Las investigaciones apuntan a una posible relación con los intereses inmobiliarios en la zona, dado el patrón de afectación y la cronología de los hechos.
El incendio agravó la situación ecológica y fortaleció la demanda social de suspender toda actividad en Endoterra. Las autoridades competentes han iniciado procedimientos para esclarecer responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes.
Uno de los ejes de la controversia ha sido la falta de acceso público al estudio técnico realizado por el IMPLAN, sobre el impacto ambiental y urbano del proyecto Endoterra. Organizaciones ciudadanas han señalado que, pese a la inversión de recursos públicos en dicho estudio, el documento no ha sido publicado íntegramente ni ha estado disponible para consulta ciudadana.
Salvemos los Cerros de Chihuahua y otros colectivos han exigido transparencia y rendición de cuentas, argumentando que la opacidad favorece intereses privados sobre el bien común y limita la participación informada de la sociedad en la toma de decisiones.
El movimiento ambientalista en Chihuahua ha trascendido el ámbito local y se ha articulado con organizaciones nacionales, impulsando protestas, asambleas y campañas informativas para proteger el Cerro del Caballo y otros cerros urbanos. Recientemente, el Senado de la República emitió un exhorto para garantizar la protección de las áreas naturales y demandó el cumplimiento de la Ley en materia de cambio de uso de suelo.
La consulta pública organizada por el municipio, aunque limitada en alcance, evidenció el rechazo mayoritario de la ciudadanía al desarrollo inmobiliario en zonas de valor ecológico. Los activistas advierten que la clausura de Endoterra representa una victoria, pero que la vigilancia y presión social deben continuar para evitar retrocesos.
La clausura de Endoterra en el Cerro del Caballo es celebrada como un triunfo de la organización ciudadana y la defensa del medio ambiente en Chihuahua. Salvemos los Cerros de Chihuahua expresa que este logro es resultado de la persistencia y la unión de la sociedad en torno a la protección de sus espacios naturales.
Sin embargo, advierten que la lucha no termina aquí: la vigilancia ciudadana y el seguimiento a las acciones de las autoridades son esenciales para garantizar que el Cerro del Caballo y otros espacios similares permanezcan libres de proyectos que amenacen su integridad ecológica.
La demanda de transparencia, legalidad y justicia ambiental continúa, con el llamado a que tanto autoridades como empresas respeten la voluntad ciudadana y los límites legales establecidos para el desarrollo urbano en zonas de alto valor ambiental.