
La clase media en México ocupa un lugar central en la economía del país, siendo esta la principal fuerza de trabajo; sin embargo, muchos habitantes de nuestro país tienen muchas dudas con respecto a la cantidad de sueldo que deben recibir para ser considerados de esta clase social. Es por ello que el INEGI, ha respondido esta pregunta en una de sus más recientes encuestas que ofrece un revelador resultado para muchos.
Y es que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es uno de los encargados de analizar a la sociedad mexicana en temas económicos y poblacionales por lo que ahora ha presentado el ingreso que deben percibir las personas para poder ser consideradas de clase media lo que sorprenderá a muchas personas.
Desde 2020, el INEGI ha presentado que el sueldo promedio que debe haber en un hogar urbano debe de ser de 23 mil 451 pesos al mes, para poder ser considerado de clase media, mientras que en el ámbito rural este sueldo es de 18 mil 569 pesos, lo que permite que este sector de la población tenga acceso servicios en mayor o menor medida.
De acuerdo con la encuesta del INEGI al menos el 20% de las familias de clase media tienen acceso a servicio doméstico, mientras que el 31.5% de estas envía a sus hijos a escuelas privadas, además de que más del 41% de ellos hacen uso de tarjetas de crédito y un 61.6% poseen auto propio.
Asimismo, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares de 2020 también destaca que en la clase media predomina el dominio de salarios fijos y formales, pues las familias dentro de este rango tienen a un trabajador con al menos un empleo formal y prestaciones sociales, lo que implica una mayor seguridad financiera y acceso a servicios como salud y pensiones.
Pese a que se describe un mayor acceso a servicios, el estudio asegura que la vulnerabilidad económica no desaparece por completo en la clase media, pues el ingreso promedio mensual puede diluirse entre distintos compromisos financieros, especialmente cuando se toma en cuenta gastos fijos como renta, pago de hipoteca, colegiaturas, manutención y servicios básicos.
Incluso el desempleo de una persona dentro del hogar afecta notablemente a este sector, pues su capacidad de ahorro suele estar limitada, mientras que la movilidad social descendente, puede retroceder. Tan solo de 2018 a 2020 se tuvo un retroceso de un 4.5% de familias que eran de clase media, pero que han bajado de estrato social.