
Una de las sensaciones más comunes y molestas que puedes experimentar es un ardor en el pecho o en la garganta que no te deja en paz después de comer mucho. Es la acidez estomacal, una condición digestiva que afecta la forma en que disfrutas tus alimentos.
Esa sensación de quemazón, la ronquera o incluso un sabor agrio en la boca, son señales claras de que el ácido de tu estómago comienza un viaje indeseado hacia el esófago, según los Institutos Nacionales de Salud en E.U. (NIH).
Aunque es una experiencia desagradable, la buena noticia es que a menudo se puede manejar con ajustes sencillos y soluciones que están más cerca de lo que piensas.
¿Cuáles son los mejores remedios para bajar la acidez estomacal?
Cuando el ardor ataca y sientes que tu esófago se convierte en una chimenea, la prioridad es encontrar un bálsamo rápido. Afortunadamente, hay varias opciones que actúan como pequeños “apagafuegos” para tu malestar.
- Un sorbo de jugo de aloe vera puro: Conocido por sus propiedades calmantes, un pequeño sorbo antes de las comidas puede ayudar a reducir los síntomas de la acidez y el reflujo, de acuerdo con un estudio publicado en Nutrients.
- Yogur bajo en grasa (no muy agrio): Es necesario consultar al doctor para saber cuánto beber, pero sus microorganismos vivos, principalmente bacterias inofensivas (probióticos), normalizan la función intestinal y ofrecen una sensación de frescura en el estómago.
- Té de jengibre: Con una taza es suficiente para obtener sus propiedades antiinflamatorias, que pueden ayudar a disminuir la producción de ácido en tu estómago, según el estudio de Scientific Reports.
- Té de raíz de malvavisco: Una taza cuando hay problemas ayuda a aliviar el ardor de la acidez de forma paulatina, de acuerdo con otra investigación publicada en Nutrients.
Estos aliados pueden ser tu primera línea de defensa para recuperar la tranquilidad cuando la acidez decide aparecer sin avisar.
¿Cómo mantener una buena acidez estomacal para evitar problemas en el estómago?
Prevenir es siempre mejor que curar. Para que tu estómago no se convierta en un campo de batalla, es fundamental adoptar hábitos que lo cuiden día a día.
Piensa en estas recomendaciones como un mantenimiento para tu sistema digestivo, que te ayudará a evitar la acidez a largo plazo:
- Come despacio y en cantidades pequeñas: Evita las “comilonas” que sobrecargan tu estómago. Las porciones moderadas y frecuentes son un bálsamo para la digestión, según la recomendación de Harvard Health.
- Dale tiempo a la digestión antes de acostarte: Procura cenar al menos tres horas antes de irte a la cama para que el ácido no se ‘escape’, así lo sugiere el IMSS.
- Mantén un peso saludable: El sobrepeso no solo afecta tu figura, sino que puede presionar tu estómago y debilitar el esfínter esofágico, haciendo el reflujo más probable.
- Duerme con la cabecera elevada: Un truco sencillo es elevar las patas de la cabecera de tu cama entre 15 y 20 cm, o usar almohadas para elevar tu cabeza a esa altura. Esto ayuda a que el ácido se quede donde debe.
- Incorpora más fibra a tu dieta: La fibra dietética, presente en frutas, verduras y cereales integrales, es esencial para una digestión regular y para reducir la probabilidad de reflujo y acidez, según el estudio publicado en Scientific Reports.
Al final del día, tu salud digestiva está en tus manos. La acidez estomacal no es una sentencia, sino una señal de que pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia.
Identificar lo que te sienta mal y hablarlo con tu médico, ayuda a elegir los remedios adecuados para los momentos de apuro y, sobre todo, a construir una rutina de hábitos saludables.