
El avance de dos ondas tropicales, sumado a la presencia del monzón mexicano y otros sistemas atmosféricos, traerá durante el pronóstico del tiempo hoy este 29 de julio de 2025 clima severo conformado por lluvias intensas en diversas regiones del país. Veracruz, Oaxaca y Chiapas serán los estados más afectados, con acumulaciones de hasta 150 mm, según el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Las condiciones de inestabilidad atmosférica se intensificarán por una circulación ciclónica en altura sobre la Península de Yucatán y otra sobre el noreste del territorio nacional. Estas interactúan con varios canales de baja presión extendidos sobre el interior del país, lo que favorecerá el desarrollo de tormentas eléctricas, lluvias fuertes y posibles granizadas en estados del occidente, centro y sur del país.
En el noroeste, el monzón mexicano generará lluvias fuertes y chubascos con actividad eléctrica en entidades como Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Durango, Sinaloa y Nayarit. Esta actividad se extenderá durante el día con posibilidad de afectaciones urbanas por acumulaciones puntuales de agua.
La onda tropical número 16 cruzará el estado de Guerrero y dejará lluvias muy fuertes en la región. En paralelo, la onda tropical número 17 ingresará a la Península de Yucatán, mientras interactúa con un canal de baja presión sobre el sureste y la ya mencionada circulación en altura. Como resultado, se esperan lluvias de gran intensidad en el sur de Veracruz, el norte y este de Oaxaca, así como en el este y sur de Chiapas. También se pronostican lluvias fuertes en Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Además de las lluvias, se advierte que podrían presentarse ráfagas de viento que ocasionen la caída de árboles o estructuras ligeras, como anuncios. Las autoridades exhortan a la población a extremar precauciones por la posible acumulación de agua en vialidades, así como por el riesgo de crecidas repentinas de ríos y arroyos, deslaves y encharcamientos urbanos.
Las tormentas también podrían reducir la visibilidad en caminos y carreteras, especialmente en zonas de montaña, lo que representa un riesgo adicional para el transporte terrestre. Protección Civil y los servicios meteorológicos estatales mantienen vigilancia sobre las zonas con mayor vulnerabilidad ante fenómenos hidrometeorológicos.