14 julio, 2025

La insólita justificación de Luis Enrique tras la agresión a João Pedro

La noche del domingo en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, Estados Unidos, estaba destinada a coronar al gran campeón del Mundial de Clubes: Chelsea. Más allá del resultado deportivo, parte de la atención viró el domingo en un episodio de llamativa tensión, dejando una imagen que recorrió el planeta y encendió el debate: la agresión del entrenador de Paris Saint-Germain, Luis Enrique, al joven delantero del Chelsea, João Pedro, cuando apenas había sonado el silbato final. Una escena tan caliente como inesperada.

El desenlace de la final del Mundial de Clubes ya había sido una sorpresa con el contundente 3 a 0 de Chelsea sobre PSG, un equipo que llegaba como claro favorito y que, según los propios reportes, había sido el “gran campeón de todo en este 2025”.

El partido, que Luis Enrique más tarde reconocería como superioridad absoluta del conjunto inglés, se había vuelto tenso en el epílogo, con un clima caldeado que ya había dejado su huella: João Neves, del PSG, fue expulsado por tironearle el pelo a Marc Cucurella, y se mostraron seis tarjetas amarillas.

Pero el mayor escándalo vendría después del pitazo final. La felicidad del Chelsea contrastó con la frustración parisina, y el campo de juego se convirtió en un ring. Andrey Santos fue rodeado por varios jugadores del PSG, quienes lo increparon. Fue en ese instante que João Pedro se acercó. “Fui a proteger a Andrey. Vi a los jugadores rodeándolo. Como buen brasileño, fui a proteger a un amigo. Llegaba mucha gente y, en ese lío, terminé siendo empujado”, dijo.

En medio del tumulto, apareció una figura que nadie esperaba ver en el centro de la gresca: el propio Luis Enrique. Las imágenes captadas por las cámaras no dejaron lugar a dudas. El entrenador español, visiblemente desencajado y enojado, impactó contra João Pedro con su brazo izquierdo, golpeándolo en el pecho y luego en la cara.

Algunas crónicas describen que “pareció darle un manotazo en la garganta”, o que “le soltó la mano en la cara”, mientras que otras versiones, aún más duras, aseguran que “lo agarró por el cuello”. Como resultado de la agresión, el delantero de 23 años cayó al suelo.

Acto seguido, Gianluigi Donnarumma también empujó al brasileño. Mientras tanto, Achraf Hakimi ya gesticulaba hacia João Pedro y Andrey Santos. La situación fue tan áspera que el entrenador de Chelsea, Enzo Maresca, tuvo que separar al arquero italiano, y Presnel Kimpembe intentó calmar y retener a Luis Enrique. El incidente alcanzó picos de violencia y la entrega de premios no comenzó hasta 30 minutos después del cierre, ya cuando las aguas se calmaron.

Consultado en la conferencia de prensa posterior al partido, el DT español intentó quitarle importancia. Visiblemente enojado ofreció una explicación que muchos consideraron insólita y contradictoria con las imágenes claras. “Al acabar el partido hay mucha tensión. Es una situación evitable por parte de todos. Yo voy a evitar que esa trifulca pase a mayores“, declaró Luis Enrique. Insistió en que su “objetivo” e “intención”, “como siempre”, fue “intentar separar a los jugadores para que no hubiera más problemas”.

Además, el entrenador agregó que “hay empujones por parte de todos” y que es “fruto de la presión y de la tensión del partido”, y reiteró que “no tenía nada más que añadir”. También reconoció la tensión y la presión, y afirmó que vio a Maresca “recibir empujones” y “empujar”. A pesar de la evidencia visual, Luis Enrique no se hizo cargo por completo de su responsabilidad en la agresión, aseverando que “esto no debería volver a ocurrir, pero yo siempre quise evitar que fuera a mayores”.

Por su parte, João Pedro no tuvo reparos en expresar su punto de vista: “No saben perder, creo. Es parte del juego. Ahora es momento de celebrar”.

La reacción de la prensa francesa no se hizo esperar, y fue contundente en su condena a la acción de Luis Enrique. Medios como RMC Sport calificaron el incidente de “desagradable gesto”, explicando que el entrenador parisino “puso su mano izquierda en el rostro del jugador del Chelsea João Pedro, quien cayó al suelo”.

Le Parisien describió la reacción de Luis Enrique como “un arrebato”, aunque también señaló “la exageración” de João Pedro al desplomarse. El diario destacó que el técnico español, “visiblemente alterado, primero empujó al delantero de los Blues… antes de tocarle ligeramente el rostro”, con el brasileño cayendo “no sin exagerar ostensiblemente”.

Por su parte, L’Équipe fue aún más tajante, describiendo la situación como “un enganchón” y asegurando que Luis Enrique “agarró por el cuello al delantero, quien luego se arrojó al suelo”. A pesar de que el asturiano alegó que su objetivo era separar a los jugadores, estas explicaciones fueron recibidas con escepticismo y condena por la prensa gala.

En el ámbito español, la polémica también encontró eco. Santi Cañizares, exarquero del seleccionado ibérico y figura reconocida, salió en defensa del técnico asturiano, aunque sin ignorar lo evidente. En el programa Despierta San Francisco, Cañizares llamó a la mesura en el debate futbolístico, criticando la polarización entre “a favor o en contra”. Si bien admitió que Luis Enrique “sabe que no estuvo bien, aunque no lo quisiera reconocer o pedir perdón al final del partido”, y que “el comportamiento de un entrenador no fue el correcto”, también contextualizó: “pero esto es fútbol y hay días malos”.

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