
Ucrania no sólo está luchando contra Rusia en su propio territorio, sino también más lejos, en el continente africano, donde la influencia rusa se ha extendido rápidamente desde su invasión de Ucrania en 2022.
Rusia cuenta actualmente con 40 misiones en África y tiene previsto ampliar su presencia. En contraste, Ucrania tiene 18, la última de ellas una nueva embajada en Nuakchot, la capital de Mauritania, lo que eleva a ocho el número de embajadas inauguradas de las diez previstas desde 2022.
Ucrania ha iniciado un programa de asistencia alimentaria destinado a los refugiados de Mali, país vecino cuyo gobierno recibe apoyo de Rusia en el conflicto armado contra los rebeldes tuareg.
Además de la ayuda alimentaria, Ucrania plantea capacitar a tropas mauritanas con el fin de reforzar su preparación ante posibles choques con el ejército maliense.
Miembros de las fuerzas del Kremlin protegen a varios presidentes de África Occidental y Central, mientras que empresas mineras rusas han establecido presencia en Mali y otras zonas clave de la región del Sahel, que abarca el área central del continente al sur del Sahara.