
Roman Starovoit había servido al Kremlin como ministro de Transportes durante la larga administración de Vladmir Putin como presidente de Rusia desde 1999; sin embargo, a horas de que fuera despedido de su cargo por el ex agente de la KGB, fue encontrado en un suburbio.
Starovoit apareció en un suburbio de la capital Moscú, pero ya no estaba con vida. Las autoridades rusas confirmaron la muerte del ex ministro de Transportes, el Comité de Investigación de Rusia indicó en un comunicado que el servidor público se había suicidado.
Lo anterior reavivó la teoría de la conspiración sobre Putin y la manera como castiga a sus colaboradores que lo traicionan o están en su contra como le sucedió a Vladimir Kara-Murza, un ex colaborador del opositor Boris Nemtsov quien fue un duro crítico del presidente ruso, el cual fue exiliado a una prisión alejada en condiciones extremas en el ártico.