
En el plantel del Auckland City, los conductores de carretillas y agentes inmobiliarios hacen equipo con gerentes de venta, estudiantes, dentistas, empleados de alguna ferretería o maestros de educación física, como el experimentado Christian Gray, quien suspendió clases durante un mes en la Mount Roskill Intermediate School, en Nueva Zelanda, para celebrar con un gol el empate 1-1 de sus compañeros ante Boca Juniors en el Mundial de Clubes. Sufrimos un par de palizas, pero lo merecíamos, afirmó el docente y también capitán de la selección nacional del país oceánico, rodeado por casi 17 mil personas en el estadio Geodis Park, en Nashville.
La condición amateur del futbol neozelandés, en el que los jugadores entrenan y compiten con sus equipos fuera de las horas de trabajo, opone resistencia a los tiempos de profesionalización excesiva. La Asociación de Futbol de Nueva Zelanda creó en marzo de 2001 la Liga Nacional con 10 participantes, de los cuales el Auckland City es el máximo ganador con tres títulos. Durante las dos décadas recientes, los denominados Navy Blues se han convertido en un habitual participante del Mundialito.
Su mejor actuación bajo el formato anterior corresponde a 2014, edición en la que derrotaron a Cruz Azul en la tanda de penales y terminaron terceros. Si en sus cinco visitas pasadas el máximo desafío de los trabajadores del Auckland era jugar un solo partido, la versión ampliada de este año no sólo implicó enfrentar al Bayern Múnich, Benfica y el cuadro xeneize, sino además la solicitud de un periodo de vacaciones sin goce de sueldo. Con su centro de operaciones instalado en Tenesi, la hazaña de conseguir un punto en una auténtica tierra de gigantes se consumó ayer en la batalla menos probable.
Boca necesitaba ganar al menos por una diferencia de seis goles y que Benfica sucumbiera ante el Bayern Múnich en el otro encuentro del Grupo C, que se disputó al mismo tiempo en Charlotte. Nada de eso ocurrió.
La eliminación del histórico club argentino quedó confirmada cuando Benfica obtuvo una victoria 1-0 sobre el Bayern para apoderarse del primer lugar de la llave con siete puntos, uno más que el monarca alemán. Los argentinos cosecharon dos unidades, producto de un par de empates, y Auckland sumó un punto.
Sólo un remate de cabeza de Lautaro di Lollo, que terminó en el fondo de la red tras rebotar en el arquero Nate Garrow, pudo quebrar el cero del arco neozelandés.
En el Grupo D, el Flamengo de Brasil avanzó a la siguiente ronda como líder al igualar 1-1 con el LAFC de la MLS, mientras el Chelsea finalizó en la segunda posición al superar 3-0 al ES Tunis.