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En las primeras horas del día 14 de junio, los agentes de inteligencia de Ucrania atacaron de forma secreta una subestación eléctrica en el óblast ruso de Kaliningrado, provocando un fallo en el suministro de energía de las instalaciones militares-industriales y de las fuerzas armadas rusas en este territorio.
Según fuentes del Directorio Principal de Inteligencia de Ucrania, los agentes de inteligencia y el Servicio de Seguridad de Ucrania se adentraron en Kaliningrado en una misión de sabotaje.
Trabajando junto a grupos partisanos y de sabotaje, los saboteadores provocaron daños valorados en 5 de millones de dólares en una subestación eléctrica, lo que afectó a los esfuerzos de guerra de Rusia al inutilizar el suministro eléctrico en la región.
Los saboteadores habrían drenado la planta del transformador eléctrico de la subestación antes de sembrar el caos en las instalaciones de la misma. Esto tuvo como resultado más daños en la subestación, según informaba The Kyiv Independent.
Un supuesto vídeo del incidente ha estado circulando por redes sociales. Aunque las imágenes no tienen buena resolución, parecen mostrar cómo un refrigerador de la estación está perdiendo su líquido, antes de que fuera incendiado por los saboteadores de inteligencia de Ucrania.
“Rusia ya no tiene una parte de atrás, ni un este, ni un oeste, ni otro lugar en el mundo”, informaba la fuente anónima, según The Kyiv Post. “Todo lo que Rusia haya involucrado en la guerra contra Ucrania será incendiado, hundido y destruido independientemente de su protección y localización”.
