
A sus 14 años, el joven tubista juarense Christian López ha sido seleccionado para formar parte de la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM), una de las agrupaciones juveniles más importantes del país. Christian es el único representante de Ciudad Juárez en esta edición 2025.
El Instituto para la Cultura del Municipio de Juárez (IPACULT) se une al reconocimiento por este gran logro y reafirma su compromiso con el impulso de la cultura y el arte en las infancias y juventudes juarenses.
“Nos sentimos profundamente orgullosos de Christian, de sus maestros y de lo que representa este logro para nuestra comunidad. El arte es una herramienta poderosa de transformación social, y su historia es testimonio de ello”, expreso Myrna Judith Barajas Martínez, directora del IPACULT.
Christian comenzó su formación musical a los 9 años en la Banda Sinfónica Riberas del Bravo, perteneciente a los Semilleros Creativos, un programa del Gobierno Federal enfocado en el desarrollo artístico con enfoque comunitario para niñas, niños y jóvenes en contextos de vulnerabilidad.
Desde entonces, ha trabajado incansablemente junto a sus mentores, especialmente Gustavo Ortega y Gonzalo Ugalde, maestro de especialidad y director musical, quienes han sido piezas clave en su formación.
Este importante reconocimiento no sólo destaca el talento individual de Christian, sino también la importancia de programas como los Semilleros Creativos, que acercan el arte a comunidades donde antes era impensable.
Hoy, gracias a estos espacios, cientos de jóvenes tienen la posibilidad de soñar con un futuro diferente, con disciplina, creatividad y pasión como pilares de su crecimiento.
La Orquesta Sinfónica Infantil de México, que este año celebra su 23º aniversario, es una plataforma nacional que ha reunido a más de mil 800 niñas, niños y adolescentes instrumentistas en dos décadas.
La OSIM no sólo representa la excelencia musical, sino también el trabajo colaborativo, la inclusión y la fraternidad artística.
El camino de Christian es también un llamado de atención sobre la necesidad de seguir fortaleciendo la educación artística pública, especialmente en zonas de alta marginación, donde el arte puede convertirse en una vía hacia el desarrollo humano, la esperanza y la construcción de paz.