
México se encuentra bajo condiciones meteorológicas críticas que demandan atención prioritaria. El huracán Erick, que esta tarde-noche se intensificó a categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, se desplaza al sur de las costas de Oaxaca con una trayectoria que lo convertirá en un fenómeno altamente riesgoso en las primeras horas del jueves. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) advirtió que su interacción con un canal de baja presión sobre el sureste del país desencadenará lluvias torrenciales, vientos extremos y un oleaje potencialmente destructivo.
La tipificación meteorológica de Erick lo perfila como un evento con características de fuerza mayor, al reunir condiciones océano-atmosféricas favorables para su intensificación acelerada. Se prevé su impacto en los límites de Guerrero y Oaxaca, acompañado de rachas de viento superiores a los 210 km/h y oleaje de hasta 10 metros en zonas costeras, lo que podría representar una amenaza directa para la infraestructura civil, especialmente en municipios con antecedentes de vulnerabilidad hídrica y exposición litoral.
El miércoles por la noche y durante la madrugada del jueves, el sistema dejará lluvias extraordinarias en Oaxaca; torrenciales en el oriente de Guerrero y Chiapas; intensas en Puebla, Veracruz y Tabasco; muy fuertes en Campeche y Quintana Roo, y fuertes en Yucatán. Estos acumulados pueden generar inundaciones, desbordamientos de ríos y deslaves, además de comprometer la movilidad terrestre y aérea en varias entidades.
A su paso, Erick también provocará vientos sostenidos de 150 a 170 km/h y oleaje de entre 5 y 6 metros en costas de Guerrero y Oaxaca, así como marejada ciclónica de hasta 2.5 metros en las costas oaxaqueñas. En la franja litoral de Chiapas, se esperan rachas de hasta 120 km/h con oleaje de 5 metros, condiciones que dificultarán las maniobras marítimas y aumentarán el riesgo de accidentes náuticos.
En paralelo, una vaguada en altura —fenómeno comúnmente vinculado a la inestabilidad barométrica— interactúa con canales de baja presión en la Mesa del Norte y la Mesa Central, favoreciendo un ambiente altamente volátil. Esta convergencia derivará en lluvias intensas en Jalisco, Michoacán, Tamaulipas y San Luis Potosí; muy fuertes en Colima, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Tlaxcala e Hidalgo; y fuertes en Nayarit, Guanajuato y Querétaro. Las precipitaciones estarán acompañadas de actividad eléctrica y caída de granizo, elementos que agravan el nivel de riesgo estructural, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas.
Para el jueves 19, tras impactar tierra como huracán mayor, Erick comenzará su debilitamiento hacia tormenta tropical, avanzando sobre Guerrero y Michoacán. Aun con su degradación, continuará generando lluvias intensas a torrenciales en esos estados, así como en Colima y Jalisco, extendiendo su influencia hasta el centro del país, incluido el Valle de México. Las costas de Guerrero y Oaxaca seguirán expuestas a oleaje elevado y ráfagas de viento intensas, manteniéndose bajo alerta preventiva.
Asimismo, la interacción de los canales de baja presión en el noreste y oriente con la humedad proveniente del océano Pacífico, el golfo de México y el mar Caribe, provocará un patrón de lluvias intensas en Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo, Puebla, Veracruz y Chiapas. Esta dinámica atmosférica contribuirá a la saturación de suelos, con potencial de generar daños colaterales como derrumbes y colapsos parciales de vialidades en regiones montañosas.
Por último, persiste la onda de calor en el noroeste y norte del país. Estados como Baja California, Sonora, Chihuahua, Durango y Sinaloa registrarán temperaturas superiores a 45 °C, constituyendo un entorno térmico extremo con riesgo para la salud pública, especialmente en grupos vulnerables. Este fenómeno mantiene vigente la advertencia de calor severo, exigiendo medidas de autoprotección ante golpes de calor y deshidratación.