
Pese a tener grandes beneficios para la salud, no es tan recomendable para ciertos grupos de la población.
El té de jengibre con limón se ha convertido en una de las infusiones más populares por sus múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, no todas las personas deberían incluirlo en su dieta diaria. Esta poderosa combinación, aunque repleta de propiedades beneficiosas, puede resultar contraproducente para ciertos grupos específicos.
El jengibre, un tubérculo originario de India y Malasia, se caracteriza por su sabor picante y fuerte aroma. Por otro lado, el limón aporta vitamina C y compuestos que favorecen la digestión. Juntos, forman una infusión que muchos consideran un remedio natural para diversos malestares.
La combinación de estos dos ingredientes potencia sus propiedades individuales. El té de jengibre mezclado con limón proporciona varios beneficios para quienes pueden consumirlo sin restricciones:
- Mejora digestiva: alivia la indigestión gracias al limoneno del limón y los compuestos del jengibre que facilitan el vaciado gástrico.
- Alivio de náuseas: especialmente útil para personas que sufren náuseas por embarazo o tratamientos de quimioterapia.
- Combate el estreñimiento: su efecto hidratante ayuda a mover los alimentos a través del tracto digestivo.
- Control del peso: aunque no adelgaza por sí solo, puede actuar como supresor natural del apetito.
- Alivia síntomas gripales: reduce la congestión nasal y el dolor de garganta, especialmente si se añade miel a la preparación.
- No obstante, estos beneficios no aplican para todos. De hecho, algunas personas deberían mantenerse alejadas de esta infusión.