REPORTERO1 
En el municipio de Guachochi, se han reportado inquietantes irregularidades en una casilla electoral durante el proceso reciente para la elección de magistraturas civiles y penales. Según los datos obtenidos, en la casilla marcada con el número 122, la lista nominal registraba 52 personas habilitadas para votar. No obstante, los resultados presentados muestran una discrepancia abrumadora respecto al número de boletas y los votos emitidos.
La casilla 122 fue dotada con 378 boletas electorales para los cargos de magistraturas civiles y penales, a pesar de que la lista de electores era significativamente menor, con tan solo 52 personas registradas. Los resultados finales muestran que el candidato a magistrado civil, Andrés Pérez Howlet, obtuvo 308 votos, mientras que su contrincante para magistratura penal, Jesús David Flores Carrete, alcanzó 304 votos. Estas cifras generan inquietud, pues el número de votos supera ampliamente el número de electores registrados en la lista nominal y el número de boletas disponibles.
Más allá de las anomalías dentro de la casilla 122, los resultados a nivel distrital también arrojan datos que merecen un análisis detallado. En el distrito 02, correspondiente a Guachochi, Andrés Pérez Howlet encabeza el conteo con un total de 3,088 votos, mientras que Jesús David Flores Carrete registra 3,204 votos. Aunque estas cifras podrían considerarse dentro de lo esperado para una elección distrital, la irregularidad en una casilla específica podría influir en la credibilidad del proceso completo.
Las anomalías observadas en la casilla de Guachochi no solo afectan la transparencia de los resultados, sino que también ponen en tela de juicio la integridad del proceso electoral en su conjunto. Si una sola casilla puede alterar los resultados mediante discrepancias como las detectadas, es posible que existan otros puntos vulnerables en el sistema electoral. Esto podría tener consecuencias negativas para la confianza de la ciudadanía en las instituciones democráticas y la credibilidad de los resultados.
Aunque todavía no se han presentado conclusiones definitivas, las irregularidades podrían ser el resultado de múltiples factores, entre ellos la manipulación de votos, al concretarse la discrepancia entre el número de electores y los votos emitidos, se sugiere la posibilidad de que las urnas hayan sido llenadas artificialmente, alteraciones administrativas, es posible que se hayan cometido alteraciones en el manejo de las boletas o en el reporte de los resultados y por supuesto que la complicidad interna, al confirmarse las anomalías, estas podrían implicar la participación de autoridades o funcionarios electorales en actividades fraudulentas.
Las irregularidades detectadas en la casilla de Guachochi representan un reto significativo para la democracia y la transparencia electoral. Si bien aún queda por determinar el alcance del impacto de esta situación, es imperativo que las autoridades actúen con prontitud y firmeza para esclarecer los hechos y garantizar que los procesos electorales futuros estén libres de fraude y manipulación.
