
El pulso entre la CNTE y el gobierno ha escalado, con la Ciudad de México como principal escenario de las movilizaciones. La respuesta gubernamental busca encauzar el diálogo por vías institucionales y, al mismo tiempo, desacreditar las acciones que considera van más allá de las demandas laborales legítimas.
En su conferencia «mañanera», la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó extensamente la situación con la CNTE. Su mensaje principal se centró en cuestionar el objetivo de las recientes movilizaciones que apuntan a un boicot de la elección del Poder Judicial, programada para el próximo domingo 1 de junio.
«Ahora plantean lo que plantea la derecha, que hay que boicotear la elección del domingo. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?», expresó la mandataria, sugiriendo que estas acciones se desvían de las peticiones originales del magisterio, como la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y la reforma educativa de 2019.
Sheinbaum enfatizó que no habrá represión, pero insistió en que el diálogo debe ser constructivo y que las puertas de la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) están abiertas para continuar las negociaciones. Descartó, por el momento, una reunión directa con ella, delegando esta tarea a los titulares de dichas dependencias, Rosa Icela Rodríguez y Mario Delgado Carrillo, respectivamente. La presidenta lamentó las afectaciones a la ciudadanía y las agresiones a periodistas ocurridas en el marco de las protestas.