
Seguro que en más de una ocasión has escuchado que el bicarbonato de sodio es efectivo para aliviar malestares físicos o que en la cocina se emplea para ablandar la carne, neutralizar sabores, a manera de levadura y para esponjar masas.
Es verdad que este compuesto cuenta con numerosas propiedades curativas y culinarias. Sin embargo, debe utilizarse y consumirse con moderación porque podría ocasionar problemas de salud. ¿Qué cantidad se considera una ingesta segura?
El bicarbonato de sodio es un mineral natural identificado con la nomenclatura química NaHCO3. Se trata de un antiácido utilizado en la medicina tradicional, en la cocina y hasta para la limpieza del hogar.
De acuerdo con Medline Plus, es común encontrarlo en la preparación de remedios caseros para aliviar la acidez estomacal y la indigestión; además, su consumo disminuye los niveles de acidez en la sangre y la orina.
También se recomienda como antiséptico para tratar úlceras bucales, aftas o dolor de garganta. Y es que, tal como lo señala un artículo del Journal of Investigative Dermatology, cuenta con propiedades antibacterianas, desinfectantes, neutralizadoras y efervescentes.
En la cocina, dicho compuesto se utiliza para la producción de bebidas gasificadas por su capacidad de liberar dióxido de carbono. De igual manera, es un ingrediente estrella en la repostería para que los panes y pasteles queden esponjosos.
El bicarbonato de sodio se vende en forma de tabletas o polvo. Si se va a utilizar en la preparación de remedios caseros, la cantidad de ingesta depende del objetivo; aunque la recomendación es consultar a un especialista.
En promedio, señala la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, la dosis recomendada para personas mayores a 12 años es de 2 a 4 g al día. En algunos casos, la cantidad puede aumentar hasta a 6 g, siempre y cuando sea bajo prescripción médica.
Por otra parte, no hay un límite de consumo cuando se añade a las recetas. Aquí, las dosis dependen de las porciones, el resto de ingredientes y el sabor que se desea conseguir.
En ambos casos, es importante medir las cantidades con una cuchara o una taza graduada. Esta recomendación ayuda a controlar la ingesta y a tener un mayor control de uso.
Los expertos de Mayo Clinic advierten que el consumo desmedido de bicarbonato de sodio puede causar inflamación estomacal, gases, diarrea, desequilibrios de sodio y potasio en la sangre, debilidad muscular y calambres.