
Este 15 de mayo se cumplieron 77 años de la Nakba –“catástrofe” en árabe–, el nombre con el que el pueblo palestino recuerda el desplazamiento forzado de al menos 760,000 personas durante la creación del Estado de Israel en 1948. En medio de la conmemoración, Israel lanzó nuevos bombardeos en la Franja de Gaza que, según los servicios de socorro locales, dejaron más de cien muertos.
Desde el año pasado, la Asamblea General de la ONU conmemora oficialmente la Nakba. Este 2025, el aniversario ocurre en uno de los peores momentos de la guerra entre Israel y Hamás , que comenzó el 7 de octubre de 2023 y deja hasta el momento más de 2 millones de personas desplazadas solo en Gaza. Durante el acto conmemorativo en Naciones Unidas, el embajador palestino Riyad Mansour leyó un discurso en nombre del presidente Mahmud Abás. En él, se refirió a la ofensiva militar israelí como una “prolongación de los capítulos de la catástrofe de la Nakba que no ha cesado desde 1948”.
En su mensaje, Abás reiteró que la Nakba no puede convertirse en el destino permanente de su pueblo. “Estamos ante ustedes no sólo para conmemorar este triste aniversario, sino para reiterar nuestro compromiso de que la Nakba no será el destino permanente e inevitable de nuestro pueblo”, declaró. La Nakba hace referencia al proceso de expulsión sistemática de la población palestina en 1948, durante el conflicto entre las fuerzas sionistas y los países árabes. De acuerdo con el Instituto para el Entendimiento de Oriente Medio (IMEU), más de 750,000 palestinos fueron obligados a abandonar sus hogares, en un proceso acompañado de al menos 223 actos de violencia, incluidas masacres, saqueos y destrucción de aldeas enteras.
La Nakba comenzó con la expulsión de más de 750 mil palestinos durante la guerra árabe-israelí de 1948. Según el IMEU, el conflicto se gestó décadas antes con el aumento de la inmigración judía a Palestina impulsada por el sionismo político y la persecución en Europa. El movimiento buscaba establecer un Estado judío en tierras palestinas. En noviembre de 1947, la ONU aprobó una resolución para dividir Palestina en dos Estados , uno judío y otro árabe, con Jerusalén bajo administración internacional.
El mundo árabe rechazó el plan por considerarlo injusto y contrario a la Carta de la ONU. Tras el fin del Mandato Británico y la proclamación del Estado de Israel en mayo de 1948, las fuerzas israelíes lanzaron una ofensiva militar que culminó en la limpieza étnica de cientos de aldeas. Para 1949, se contabilizaban al menos 223 ataques y masacres cometidas por tropas sionistas. Más de 5 millones de refugiados palestinos viven hoy en el exilio, de acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA). Muchos de ellos residen en campamentos en Cisjordania, Gaza, Líbano, Jordania y Siria. A pesar de las resoluciones internacionales, sus derechos siguen sin reconocerse.