Brasil condenó este sábado el “flagrante desprecio a los derechos fundamentales” de cerca de 80 migrantes ilegales brasileños deportados desde Estados Unidos que fueron esposados en el viaje.
Se trata del primer episodio de tensión entre los gobiernos del nuevo presidente estadounidense Donald Trump y el mandatario brasileño de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.
Según la Policía Federal de Brasil, un vuelo procedente de Estados Unidos aterrizó la noche del viernes en Manaos, capital del estado de Amazonas (norte), con 88 brasileños a bordo.
El gobierno amazónico contabilizó más tarde 79 personas deportadas.
El Ministerio de Justicia brasileño instruyó la “inmediata retirada de las esposas” a los expulsados cuando el avión llegó a Brasil y repudió el “flagrante desprecio a los derechos fundamentales” de sus ciudadanos, según un comunicado oficial.
Las autoridades brasileñas enfatizaron que “la dignidad de la persona humana” es “uno de los pilares del estado democrático de derecho” y configura “valores innegociables”.
Una fuente del gobierno de Brasil explicó el viernes a la AFP que esta deportación “no guarda una relación directa” con la operación contra inmigrantes ilegales iniciada en Estados Unidos tras la toma de posesión de Trump.
“Este vuelo se inserta en otro contexto: un entendimiento bilateral entre Brasil y Estados Unidos, de 2017, que permanece en vigor” y que ya resultó en otras expulsiones en años previos, dijo la fuente.
El avión tenía como destino la ciudad de Belo Horizonte (sudeste), pero por un problema técnico tuvo que frenar en Manaos, prevista como escala.
Imágenes de la televisión brasileña mostraron a algunos pasajeros al descender de la aeronave civil, con las manos esposadas y los tobillos amarrados.