La mexicana Renata Zarazúa se despidió ayer del Abierto de Australia con sabor agridulce. Aunque fue eliminada en dobles en cuartos de final, dejó huella en el primer Grand Slam del año al convertirse, tras 25 años, en la primera mexicana en avanzar a la segunda ronda en singles y la cuarta entre las 100 mejores en esa modalidad.
La tenista de 27 años de edad rubricó una destacada actuación en Melbourne, escenario que fue testigo de su ascenso del sitio 70 del ranking al 60 en singles .
Zarazúa y Miyu Kato cayeron 6-3 y 6-2 ante la canadiense Gabriela Dabrowski, con quien la mexicana Giuliana Olmos ganó el Masters 1000 de Madrid en 2022, y la neozelandesa Erin Routliffe, segunda pareja preclasificada del torneo, que, pese a su lugar en la siembra, ganó uno de sus primeros cuatro juegos en sets corridos.
En la Arena Margaret Court, una pequeña pero ruidosa porra alentó a Renata durante su encuentro. Al finalizar el partido, la jugadora se acercó a ellos y agradeció el apoyo.
Pese a ser eliminada, la mexicana inició con el pie derecho una temporada en la que se ha trazado dos objetivos: meterse entre las primeras 50 del mundo y mejorar sus resultados en torneos de Grand Slam.
En tanto, la española Paula Badosa sorprendió al vencer a la estadunidense Coco Gauff, tercera sembrada, en 7-5 y 6-4 para llegar a las semifinales.