En el mes de diciembre, cuando las celebraciones navideñas generan un aumento en los gastos familiares, es común recurrir a préstamos personales entre familiares o amigos para solventar algunas necesidades.
Sin embargo, esta práctica tan habitual podría tener consecuencias legales y económicas inesperadas si no se cumplen ciertos requisitos fiscales. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) advierte que podrían imponerse multas de hasta 35 mil pesos en situaciones específicas.
De acuerdo con el artículo 81 del Código Fiscal de la Federación (CFF), el SAT tiene la facultad de exigir el cumplimiento de las obligaciones fiscales, incluyendo el registro de operaciones financieras como los préstamos entre particulares.
Esto significa que no informar adecuadamente un préstamo podría ser considerado una infracción. En particular, los préstamos que impliquen cantidades considerables de dinero y que no se reporten podrían derivar en sanciones.
Los préstamos personales, aunque se realicen entre personas cercanas y sin fines comerciales, también están sujetos a regulaciones fiscales.
Por ejemplo, en el caso de préstamos que superen los 600 mil pesos, ya sea en una sola exhibición o como suma acumulada durante el año, es obligatorio declararlos ante el SAT. Según el artículo 82 del CFF, la omisión de esta declaración puede resultar en una multa de hasta 35 mil pesos.
La razón de este requerimiento es que el SAT considera este tipo de operaciones como ingresos extraordinarios, los cuales deben ser reportados a través de la Forma 86-A.
Este documento permite registrar montos que no provienen de fuentes tradicionales de ingreso, como un empleo o actividades comerciales. Sin este registro, el préstamo podría interpretarse como un ingreso gravable, desencadenando sanciones económicas y administrativas.
Para evitar problemas con la autoridad fiscal, quienes realicen préstamos por montos superiores a 600 mil pesos deben asegurarse de presentar la declaración correspondiente.
Cumplir con este requisito no solo previene multas, sino que también garantiza la transparencia en las operaciones financieras personales. Conocer y respetar estas disposiciones es clave para disfrutar de las festividades sin sorpresas desagradables en el ámbito fiscal.