El ejército sirio dijo el sábado que decenas de sus soldados habían muerto en un gran ataque de los rebeldes que arrasaron la ciudad de Alepo, en el noroeste, obligando al ejército a redesplegarse en el mayor desafío al presidente Bashar al-Assad en años.
El ataque sorpresa liderado por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham ha sacudido los frentes de la guerra civil siria, prácticamente congelados desde 2020, reavivando los combates en un rincón del fracturado país cercano a la frontera turca.
El ejército dijo que estaba preparando una contraofensiva para restaurar la autoridad del Estado.
Reconociendo el avance rebelde, el mando del ejército sirio dijo que los insurgentes habían entrado en grandes partes de Alepo, que había estado bajo el control total del Estado desde que las fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia e Irán expulsaron a los rebeldes hace ocho años.
Imágenes procedentes de Alepo mostraban a un grupo de combatientes rebeldes reunidos en la plaza Saadallah al-Jabiri tras entrar en la ciudad durante la noche, con una valla publicitaria de Assad a sus espaldas.