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El 1 de octubre de 2024 marcará un hito en la historia política de México, ya que Claudia Sheinbaum asumirá el cargo como la primera mujer presidenta del país.
La ceremonia de toma de protesta se llevará a cabo en el Palacio Legislativo de San Lázaro, y se espera la presencia de una veintena de mandatarios internacionales, lo que subraya la importancia del evento en el ámbito global.
Este acontecimiento también inaugura un nuevo capítulo en el proceso de transición del poder en México, ya que la fecha de la toma de protesta ha cambiado respecto a la tradición histórica, debido a una reforma constitucional.
Hasta la elección de 2018, los presidentes de México asumían el cargo el 1 de diciembre, como fue el caso de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, la Reforma Político-Electoral de 2014 estableció un cambio en esta tradición. A partir de 2024, la toma de protesta presidencial se adelantará al 1 de octubre, con el objetivo de mejorar la transición administrativa y legislativa.
El artículo 83 de la Constitución fue modificado para reflejar este cambio, que fue diseñado para dar al nuevo presidente más tiempo para preparar la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación.
El propósito es que el mandatario entrante pueda trabajar con mayor anticipación en la formulación de estas propuestas esenciales para el funcionamiento del gobierno, permitiendo también que los legisladores cuenten con más tiempo para analizar y discutir dichas iniciativas.
De esta forma, se busca garantizar una gestión presupuestal eficiente y evitar posibles sobresaltos en la administración pública.
El cambio en la fecha de la toma de protesta implica que el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, concluirá su mandato antes de lo tradicional.
Su gobierno, que inició el 1 de diciembre de 2018, finalizará el 30 de septiembre de 2024, lo que significa que su “sexenio” técnicamente durará cinco años y diez meses, en lugar de los tradicionales seis años completos.
Esto no afecta la duración de su mandato de manera sustancial, pero sí marca un precedente para futuros presidentes.
En preparación para esta transición, el Senado aprobó recientemente una reforma a la Ley Federal del Trabajo que establece el 1 de octubre como un día de descanso obligatorio cuando coincida con la transmisión del Poder Ejecutivo Federal.
Anteriormente, el 1 de diciembre era considerado día de descanso obligatorio cada seis años, pero con esta modificación, la nueva fecha de toma de protesta presidencial también será reconocida como un día feriado oficial.
Este cambio fue aprobado por 116 votos a favor en el Senado y subraya la importancia cívica y cultural de la transición presidencial en México.
Según los legisladores, esta reforma es un reconocimiento a la relevancia de los procesos democráticos y a la estabilidad política del país, dándole a los ciudadanos un día para la reflexión y la preservación de la herencia cívica de México.
La inclusión del 1 de octubre como día de descanso obligatorio fortalece el valor simbólico de la toma de protesta presidencial en México.
Para Claudia Sheinbaum, esta fecha marcará el inicio de su presidencia, la primera encabezada por una mujer en la historia de la nación, lo que añade un matiz especial a la jornada.
Con la reforma ya aprobada, este 1 de octubre de 2024 será un día histórico, no solo porque será el inicio de un nuevo gobierno, sino también porque simboliza una nueva era para el proceso democrático y constitucional en México.
