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Proteger a la población frente a las dos alertas epidemiológicas actuales (Covid-19 y viruela del mono) a través de un solo pinchazo. Esa es la capacidad inmunológica que genera la vacuna desarrollada por Mariano Esteban en colaboración con Juan García Arriaza. Un fármaco que vio paralizado sus ensayos en humanos ante la falta de financiación pública por parte del Gobierno de España y que ahora busca retomar su impulso ante el auge de la viruela del mono.
Según detalla a Redacción Médica el científico del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la protección dual de su prototipo de vacuna surge por la capacidad de activar el mecanismo inmunológico que hace frente al SARS-CoV-2 y al mismo tiempo a la viruela humana y del mono.
“Es la misma plataforma y es la que usa también la vacuna de Bavarian Nordic. Se trata del vector atenuado de bacteria de la viruela, llamado virus modificado de ankara (MVA), que es el que usamos como plataforma para expresar la proteína S de la espícula del SARS-CoV-2”, detalla el científico, quien aclara que esta actúa como “vehículo trasportador de la proteína S”.
Precisamente este vehículo es el que generaría la doble protección. “Al mismo tiempo se activa una respuesta inmunológica que induce anticuerpos neutralizantes y células T que protegen también frente a todos los poxvirus (poxviridae)”, detalla Esteban.
El prototipo de la vacuna de Mariano Esteban funcionaría de forma similar a Inmavanex, desarrollada por Bavarian Nordic. Esta es la única que cuenta con la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y con la del regulador norteamericano (FDA) para ser usada contra la viruela del mono.
El proceso inmunizador radica en la activación del vector viral LVA. “Por un lado, actúa produciendo la proteína S del SARS-CoV-2 e induciendo anticuerpos y activación de linfocitos T. Mientras que, por el otro lado y al mismo tiempo, también produce anticuerpos y linfocitos T frente al vector viral. Por eso tiene doble función”, explica Esteban.
Esta inmunización dual, además, se extendería a todos los virus pertenecientes a la familia de los poxvirus. Estos hacen referencia a los virus de mayor tamaño (230-300 nm) y que poseen una estructura muy compleja, es decir, que no muestran la típica simetría helicoidal o icosaédrica de la mayoría de las partículas virales. Son virus de clase I, según la clasificación de Baltimore. “En concreto, protegería especialmente a los de género Orthopoxvirus, entre los que se encuentra la viruela humana y del mono”, asegura el científico español.
El equipo de Mariano Esteban está convencido de la capacidad dual de inmunización de su prototipo de vacuna tras testarlo en diferentes especies animales. Sin embargo, aún le queda demostrarlo en humanos. “Nos gustaría hacer un ensayo clínico para demostrar esta dualidad de funciones. Estamos en ello y es nuestro deseo”, detalla Esteban.
Cabe recordar que el pasado marzo, fuentes del CSIC comunicaban a este periódico, que el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19 se paralizaba ante las dificultades para completar un ensayo clínico en humanos y “dado el alto grado de vacunación que registraba la población española y la incidencia de la variante Ómicron”.
Ahora, Esteban se muestra abierto a realizar el ensayo tanto dentro como fuera de España. “Las vacunas aún no han llegado a toda la población mundial. Este tipo de vacunas puede llegar a todos los lugares y tiene la capacidad para inducir una respuesta protectora. Mi equipo y yo nos llevamos preparando más de 20 años para que si ocurriera un caso de viruela se pudiera actuar con rapidez gracias a que se han desarrollado antivirales y vacunas seguras. Sabíamos que son virus emergentes que pueden volver y hay que proteger a la población”, asegura Esteban.
