REPORTERO1 
AGUINALDOS EN 3 Y 2
Inhumana medida la decretada por las autoridades de Gobierno del Estado, quienes sin el más mínimo respeto y con una alta dosis de ninguneo, con su determinación de retrasar el pago, lanzan su consigna de que la burocracia no merece el aguinaldo.
Ni los empleados del poder ejecutivo ni del judicial son los responsables de la pésima administración de un gobernador preocupado más por sus frivolidades que por dispensar lo que por trabajo y dedicación les corresponde y, como en el béisbol, los tienen en 3 bolas y 2 strikes.
Con el argumento de que la Ley les ampara, el secretario de Hacienda, lanzando una veloz recta al home, asegura que dicha prestación está garantizada y se pagará sin infringir la norma pero no repara en pensar en los compromisos adquiridos con antelación de mucha gente.
El pretexto de que la Federación no ha entregado en tiempo y forma los recursos es totalmente absurdo e inválido pues las ministraciones centrales están debidamente etiquetadas desde que inicia el año fiscal; con esto pretenden pasar de ser pitchers a bateadores para mandar la pelota fuera del campo de juego.
Pedir comprensión debido a que las arcas estatales están prácticamente quebradas lo hacen desde la comodidad de sus exorbitantes remuneraciones económicas que, esas sí, llegan completamente abultadas en los tiempos establecidos por ellos mismos.
Denigrante el trato brindado a la base trabajadora, no se diga a los jubilados y pensionados que, una vez más, Gobierno les grita en su cara que son de poca valía, que pueden esperar lo necesario para recibir sus gratificaciones anuales.
La desesperación y ansiedad ante la indolencia de una autoridad ineficiente hacen mella en los trabajadores quienes NO son culpables de las trivialidades en las que sí gasta el Gobierno como obras y acciones no prioritarias (y por cierto escasas) o sin beneficio real y palpable.
Apostarle a la generosidad de los burócratas y empleados para soportar un agravio más, puede resultar muy caro; no se vale abusar de la paciencia; la pelota la pueden batear lejísimos.
